jueves, 4 de agosto de 2011

Lengua castellana: vergüenza debería darnos (I)

¡Hola a todos!

Estos dos artículos están dedicados preferentemente a todos los españoles y españolas que suelen estar decepcionados por la mala enseñanza de la lengua de Cervantes en las escuelas e institutos del país y quieren enmendarlo de alguna forma (esto en el 2º episodio de este culebrón). Por ello también espero que este artículo sea lo más útil posible.

Para comenzar me gustaría abrir esta colección con un artículo de crítica a nuestro sistema educativo, hoy centrada en la desastrosa y nefasta (sin perdón) enseñanza de la asignatura de Lengua castellana.

Introducción

Desde mi punto de vista y desde el punto de vista de la ley, entiendo que en esta asignatura se deberían impartir los conocimientos prácticos del idioma español, que básicamente incluirían: lectura, escritura, comunicación e interpretación literaria. Y, a medida que se fuesen avanzando los cursos, continuar con los mismos objetivos pero siempre impulsando a los alumnos a un nivel superior, en el que tengan que desarrollar nuevas destrezas del lenguaje.

Ya digo que esto "debería ser así", pero no lo es, al menos hasta donde yo sé.

En la práctica, los profesores tanto de primaria como de secundaria y bachillerato se dedican a bombardearnos con listas de autores, obras y características (que no al estudio de la literatura, lo cual considero algo mucho más serio), ejercicios inútiles sobre una gramática que ya está más que repasada y una buena dosis de análisis sintáctico.

AVISO: pido perdón a los profesores de Lengua castellana que no enseñen por esta vía, de hecho les agradezco su trabajo.

Y claro, las consecuencias de este método están claras: que no tenemos ni idea de lo que es el buen uso del español.

¿Estamos todos locos?

En numerosas ocasiones escucho a profesores en las noticias (y también a mis profesores cuando estudiaba esto) quejarse brutalmente de que los alumnos en España no entendíamos lo que leíamos y además cometíamos faltas de ortografía gravísimas. Y hoy en día tienen la excusa de que todo esto es por "los mensajitos esos del móvil".

A ver cazurros, ¿os habéis planteado que esto es algo endémico en España y que no es posible que a todo el mundo, y recalco, a todo el mundo le pase lo mismo simplemente por el móvil?

Lógicamente si quisiesen enseñar a leer (y no simplemente a saber que "la m con la a hacen ma") y a escribir correctamente lo podrían hacer, pero claro para eso tendrían que trabajar y eso ya cuesta algo más. Aquí ya entraría en el debate de que no entiendo porqué los funcionarios públicos no pueden ser despedidos y sustituidos, pero dejemos eso para otro día que esté algo más calmado.

Analizaré ahora lo que se dedican a enseñar, que es:
  • Listas de autores, obras y características literarias: esto es a lo que ellos llaman "estudiar Literatura española" y yo lo llamo "hacer el idiota chapando inutilidades". Supongo que la sensación de haber chapado el día anterior una lista de obras y de rollos literarios sin sentido, vomitarlo en el examen (a modo de letra, no os confundáis) y a los 10min no acordarse de absolutamente nada os es familiar a todos, ¿me equivoco? No creo que haga falta comentar más este punto, si son algo inteligentes han de ver que eso no vale para nada, por lo que si no lo ven es porque... (aplicad la lógica).
  • Ejercicios y teoría gramatical: todos los años se repiten con los mismos ejercicios y las mismas idioteces que "hay que chapar para aprobar". No dudo que los infernales cuadernos Santillana sean buenos, pero lo bueno si breve dos veces bueno. A lo mejor si le diesen la importancia y el uso que se merecen, sí sería útil.
  • And the winner is: ...análisis sintáctico: como no se puede expresar en esta lengua (y mira que es rica en injurias), prefiero sólo comentar que el análisis sintáctico es la mayor pérdida de tiempo de nuestra estancia en la educación española y sinceramente, no sé como no se pueden dar cuenta de ello.
¿Cómo corregirlo?

Dejando al margen al análisis sintáctico (porque se lo merece), las otras dos cosas se podrían enmendar fácilmente de la siguiente forma:
  • Realizando lecturas en clase de obras literarias importantes y comentándolas pacientemente, recalcando el placer por la lectura que tanto carecemos gracias a unos cuantos (muchos) incompetentes.
  • Practicando redacciones y resúmenes de forma frecuente y asegurándose de que los alumnos maduran en su escritura a la vez que mejoran y ortografía y uso de la gramática. Los ejercicios exclusivamente de gramática no están mal, pero han de ser un complemento a una destreza superior, que es saber escribir.
Existe además un punto fundamental que se les ha pasado a todos los profesores que yo haya conocido y es el hecho totalmente básico de fomentar la comunicación tanto en público como en privado, en dotar al alumno de herramientas para un buen desarrollo de su plática, en conseguir que un alumno sea capaz de mantenerse en una discusión independientemente del tema a tratar; en definitiva, en conseguir que el alumno utilice el lenguaje hablado en todo su potencial.

Me parece denigrante que la mayor parte de la gente use en torno a 1000 palabras para comunicarse (bueno esto era de una noticia que había visto sobre Inglaterra, pero aquí será parecido) y que te suelan mirar raro si dices una palabra como "onírico" o que ya eres culto por decir "cínico".

Solucionarlo sería tan sencillo como fomentar la lectura (para aprender más léxico) y hacer que los alumnos hablen frente a toda la clase (y otras clases) sobre una redacción que ellos mismos hayan hecho.

Conclusiones

Y además creo que para aprender estas habilidades, que verdaderamente serán útiles a posteriori, no es necesario examinar a los alumnos pues esto les causará un estrés que les bloqueará e impedirá el buen aprendizaje y desarrollo. Los exámenes sobran, especialmente en la mejora del lenguaje.

Espero que los dinosaurios que me dieron clase a mí se vayan renovando (esto es, jubilando) y den paso a una generación de jóvenes profesores con esperanzas de transmitir la esencia de nuestro bello idioma.

Como dato curioso: ¿sabíais que en Finlandia, la carrera equivalente a Magisterio infantil es la más difícil y en la que más gente quiere entrar? Es lógico, pues la gente que enseñe a los niños debería ser (cuanto menos) la mejor preparada de todos. En España parece ser al revés, desgraciadamente.

Reitero mis disculpas a aquellos profesores que se estén esforzando en enseñar correctamente la lengua de Cervantes y reitero mis injurias para aquellos que no lo están haciendo así.

Os espero en la próxima entrega, que se centrará en "enseñar de nuevo" (no soy profesor, pero espero que valga de algo) ortografía y algo (poco) de mejora de la comprensión de la lectura y de las destrezas para la escritura.

Cualquier duda, sugerencia o demás puede ser comentado en el artículo, en mi Twitter o en mi mail.

¡Un saludo!

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